- ión moderada del yuan en el corto plazo, ya que las autoridades chinas persiguen objetivos de política competitivos en un entorno desafiante.
- El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dio una visión optimista de la economía al tiempo que reconoció los riesgos potenciales de las crecientes tensiones comerciales.
- Los datos del producto interior bruto (PIB) de esta semana probablemente muestren un fuerte impulso del crecimiento en la economía estadounidense.
La caída del yuan chino está despertando temores de una devaluación más drástica que podría agitar los mercados globales. ¿Están justificadas estas preocupaciones? Vemos que el yuan se depreciará moderadamente en respuesta a un crecimiento más lento, el desapalancamiento financiero y el aumento de las tensiones comerciales. Prevemos que China se apoyará principalmente en herramientas fiscales y monetarias, en lugar de la divisa, para hacer frente a cualquier desaceleración del crecimiento en la segunda mitad del año.

En junio, la divisa china registró su mayor caída mensual hasta la fecha frente al dólar estadounidense, justo cuando la disputa comercial entre China y EE. UU. se empezó a calentar. El yuan ha caído un 4% en lo que va de año, y de manera acelerada desde mediados de junio, cuando el presidente de los EE. UU., Donald Trump, anunció un arancel del 25% sobre los 50 mil millones de dólares de importaciones chinas. Consulta la línea azul del gráfico anterior. No creemos que China recurra a una devaluación como la de 2015 para amortiguar el golpe. En aquel entonces, la falta de confianza del mercado en el marco de la política monetaria de China contribuyó a la fuga de capital (consulta las barras verdes), lo que espantó a los mercados globales. Hoy en día, China cuenta con controles de capital más estrictos y una mejor coordinación entre los legisladores. Creemos que esto debería animar al gobierno a permitir que el yuan se devalúe gradualmente.
Lento y constante
La reciente caída del yuan y el mercado de acciones de China ha despertado temores: Una depreciación rápida como la de 2015 podría provocar grandes salidas de capital y otra caída en los mercados globales. Sin embargo, esperamos que las autoridades chinas permitan que el yuan se devalúe gradualmente de forma controlada hasta finales de año. Un yuan moderadamente más débil podría ayudar a Beijing a alcanzar el equilibrio buscado: tratar de mantener el ritmo de la economía mientras se toman medidas drásticas contra el apalancamiento financiero y se amortigua el impacto de las crecientes medidas comerciales. Esto podría impulsar las exportaciones y mitigar el impacto de la reducción de la inversión nacional como resultado de la campaña de desapalancamiento. Hay otros factores que están pesando sobre el yuan. La fortaleza del dólar estadounidense es uno de ellos. Las políticas monetarias divergentes de China (flexibilización) y los EE. UU. (endurecimiento) son otro.
La política, la regulación y la dinámica de crecimiento de China hoy en día son diferentes a las de 2015. Las autoridades están más coordinadas en cuanto a su enfoque en las políticas fiscales, monetarias y cambiarias; La economía china es más fuerte, y también lo es la economía global. Beijing tiene herramientas de política a su disposición para mantener la economía, con potencial para una mayor flexibilización monetaria y gasto fiscal en la segunda mitad del año. La última medida del Banco Popular de China (BPC) para impulsar la liquidez del mercado es un ejemplo de ello. También nos tranquiliza la promesa del gobernador del BPC de no utilizar la divisa como arma en posibles guerras comerciales. En nuestra opinión, una fuerte depreciación del yuan socavaría los esfuerzos que Beijing está haciendo para conseguir un desapalancamiento, pues impulsaría la fuga de capital y el endurecimiento de las condiciones financieras internas. Además, podría contribuir a un aumento de la inflación y frenar el creciente interés de los inversores extranjeros en los mercados de acciones y bonos nacionales de China.
Conclusión: Vemos una depreciación moderada del yuan, pero somos conscientes del aumento del riesgo que suponen las medidas comerciales. (Consulta nuestra plataforma de riesgo geopolítico de BlackRock para obtener más información). Nos gustan ciertas oportunidades en renta variable de mercados emergentes (ME) de Asia, incluida China, ya que creemos que estos riesgos están muy anticipados y han dado lugar a valoraciones atractivas. Creemos que la incorporación gradual de las acciones A de China a los índices de renta variable globales da lugar a oportunidades para que los inversores globales ganen exposición al mercado de consumo de China. Mantenemos una posición neutral en cuanto a los tipos y el crédito de China.
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